Los no residentes que poseen patrimonio en España, como una vivienda vacacional, cuentas bancarias o inversiones, cuentan ahora con una mayor protección fiscal. El Tribunal Supremo de España ha decidido que, a partir de ahora, los no residentes tienen el mismo derecho que los residentes al límite conjunto entre el impuesto sobre la renta y el impuesto sobre el patrimonio.
Hasta ahora, este límite solo se aplicaba a los residentes. Por ello, los no residentes a menudo pagaban más impuestos en situaciones perfectamente comparables. Esta nueva sentencia supone un cambio importante en la fiscalidad española.
En este artículo explicamos qué implica esta decisión, cómo funciona la regla del sesenta por ciento y qué impacto puede tener para quienes poseen bienes o patrimonio en España.
¿Qué es el impuesto sobre el patrimonio en España?
El Impuesto sobre el Patrimonio es un tributo anual que grava el patrimonio que supera un determinado umbral.
Para los no residentes, este impuesto solo se aplica sobre el patrimonio situado en España, como por ejemplo:
- una vivienda turística o de uso propio
- cuentas bancarias españolas
- acciones o participaciones en empresas españolas
Además, una persona también puede estar sujeta al impuesto sobre la renta en España, el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). Para evitar una presión fiscal excesiva, la ley establece un límite conjunto.
La regla del sesenta por ciento
La legislación española establece que la suma del IRPF y el impuesto sobre el patrimonio no puede superar el sesenta por ciento de la base imponible del año.
Si la carga fiscal supera este límite, se puede aplicar una reducción del impuesto sobre el patrimonio. Esta reducción puede alcanzar hasta el ochenta por ciento del impuesto sobre el patrimonio, aunque siempre deberá pagarse como mínimo un veinte por ciento.
Hasta hace poco, solo los residentes podían beneficiarse de esta regla.
Años de trato desigual para los no residentes
Los no residentes estaban excluidos del límite fiscal porque la Agencia Tributaria española consideraba difícil verificar las declaraciones fiscales extranjeras. En consecuencia, muchos pagaban más que los residentes en situaciones idénticas.
Ejemplo
Supongamos que una persona obtiene un ingreso anual de 40.000 euros y debe pagar un total de 32.000 euros entre IRPF e impuesto sobre el patrimonio.
La presión fiscal total sería del 80 %. Sin embargo, según la regla española, esta combinación no puede superar el 60 %, lo que en este caso equivaldría a un máximo de 24.000 euros.
La diferencia de 8.000 euros podría entonces ser objeto de una reducción en el impuesto sobre el patrimonio, siempre que al menos el veinte por ciento siga siendo pagado.
El Tribunal Supremo interviene
El Tribunal Supremo considera que esta práctica vulneraba las normas europeas sobre la libre circulación de capitales. En consecuencia, los no residentes que poseen patrimonio en España deben recibir el mismo tratamiento fiscal que los residentes.
Un punto clave es que el no residente tiene derecho a presentar pruebas de sus ingresos extranjeros. La Agencia Tributaria debe tener en cuenta estos datos en el cálculo.
Con esta sentencia, se pone fin a una desigualdad histórica.
¿Qué cambia exactamente para los no residentes?
1. El límite del sesenta por ciento se aplica ahora a todos
La carga fiscal total no puede superar el sesenta por ciento de los ingresos, independientemente del país de residencia.
2. Posible ahorro importante
Para quienes tienen ingresos modestos pero un patrimonio elevado en España, esta reducción puede representar una diferencia considerable.
3. Revisión posible de liquidaciones anteriores
En España, el plazo habitual de prescripción fiscal es de cuatro años. Esto significa que algunas liquidaciones pasadas pueden revisarse si la carga fiscal superaba el límite legal.
Si existe derecho a devolución depende de cada caso concreto: fechas de firmeza, reclamaciones presentadas, documentación disponible, etc.
4. Los ingresos extranjeros deben justificarse
Esto puede hacerse mediante declaraciones fiscales extranjeras, certificados de ingresos, nóminas o avisos de liquidación.
¿Qué significa esto para los propietarios de bienes en España?
La sentencia afecta a todos los propietarios de viviendas o patrimonio en España. Ahora disponen de:
- un trato fiscal más equitativo
- posibles reducciones en la carga fiscal anual
- la posibilidad de revisar liquidaciones antiguas
- más seguridad para inversiones futuras
Un análisis realizado por un asesor fiscal español puede ser muy útil, especialmente si en los últimos años se ha pagado un impuesto sobre el patrimonio elevado.
Conclusión
La decisión del Tribunal Supremo español supone un avance importante para los no residentes. El límite conjunto del sesenta por ciento se aplica ahora también a los propietarios extranjeros con bienes en España.
Esto puede reducir la carga fiscal y, en algunos casos, permitir la revisión de liquidaciones anteriores. Quien sospeche que ha pagado demasiado debería hacer revisar su situación por un profesional.
Fuentes consultadas
- Agencia Tributaria (AEAT): información oficial sobre IRPF, Impuesto sobre el Patrimonio y no residentes
- Boletín Oficial del Estado (BOE): legislación oficial española
- EUR-Lex: normativa europea sobre libre circulación de capitales
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