LOS HIBERNADORES
Tras jubilarse, Jean-Pierre y Linda cambiaron de rumbo. Vendieron su casa con gran jardín de Hofstade y compraron un piso en Veurne y Tenerife, donde pasan el invierno todos los años. Y resultó ser una buena elección no sólo por el agradable clima: "Siempre estamos de buen humor, tanto por el buen tiempo como echando un vistazo a nuestra cuenta bancaria".
Jean-Pierre Op De Beeck (63) y su esposa Linda Christiaens (64) siempre han sido veraneantes activos. Por ejemplo, durante años alquilaron un velero en Grecia e incluso una vez hicieron un viaje de Atenas a Corfú y vuelta. "Por eso pensábamos comprar una segunda residencia en ese país, pero nuestro entusiasmo cayó en picado durante un viaje turístico a Zakynthos. Allí hacía un frío que pelaba, así que invernar allí no era una buena idea. Entonces, en nuestra búsqueda de los lugares de Europa con mejor clima, acabamos automáticamente en Tenerife", dice Jean-Pierre mientras el mercurio marca 28 grados cuando hablamos con él a mediados de diciembre.
Segunda infancia
"Tenerife pertenece a España, pero se inclina hacia África. Como la isla está tan cerca del ecuador, las temperaturas son casi constantes todo el año. En realidad, nunca hace más de 20 grados de frío y aquí tampoco conocen el calor plomizo de la España peninsular. Eso lo convierte en el lugar ideal para gente deportista como nosotros. El calor también tiene un efecto curativo. Después de una operación importante de espalda hace seis años, mis músculos estaban agarrotados y rígidos. Aquí se relajan por completo, lo que me ha permitido retomar mi afición al surf y al kitesurf".
"Linda y yo solemos hacer senderismo en la naturaleza y yo también soy un ávido ciclista. Ayer mismo subí en bicicleta al Teide, la montaña volcánica que les gusta escalar a Wout Van Aert y Remco Evenepoel. Fueron 140 kilómetros, así que hoy me he preparado un día de descanso. Puede que estemos viviendo nuestra segunda juventud, pero ya no somos 3 por 7".
A ciegas
El año pasado, la pareja pasó su primer invierno en Canarias, en su piso de Palm-Mar. Ese pueblo está en el sur, donde Michel Preud'homme también tiene un retiro. La popular Los Cristianos está a cinco kilómetros y el aeropuerto, a 15. Volar a Bruselas lleva unas 4 horas y media.
"Tuvimos que esperar unos dos años para que nuestro edificio estuviera allí. Sólo habíamos visto la ubicación y el cascarón, así que fue muy emocionante dar el paso. Al fin y al cabo, todo el mundo conoce las historias de pícaros que se escapan con tus ahorros o venden la propiedad demasiado cara. Pero tuvimos una excelente impresión de "Nieuwbouw Tenerife", cuyo agente inmobiliario ya habíamos conocido en Bélgica. No se entrometió en absoluto y nos lo explicó todo con claridad".
El hecho de que el promotor fuera un Fleming también inspiraba confianza. "El acabado y la calidad son un poco mejores y el estilo es más moderno. Compramos un piso de 75 m2 y un dormitorio. Cuando nuestra hija venga de visita, siempre puede alquilar un piso en otra parte del edificio. Pronto nos visitará y, sobre todo en esta época del año, le hace mucha ilusión".
Fuente: Bjorn Cocquyt - HLN
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